Hábitos saludables para personas mayores

Buenos hábitos para personas mayores:

Entre los propósitos de Año Nuevo siempre destaca el de cuidarnos más, y en estos momentos la salud es una de las mayores preocupaciones que tenemos todos. Queremos estar más sanos y que nuestras familias también lo estén; prestando especial atención a los mayores a nuestro cargo, para que envejezcan de la mejor manera posible.

A continuación te contamos una serie de buenos hábitos para que los mayores de la casa tengan energía y una mejor calidad de vida.

1.- Una dieta saludable:

Seguro que no te estamos desvelando nada nuevo, pero muchas veces se nos olvida la importancia que tiene sobre nuestro organismo todo lo que ingerimos.

No se trata de hacer cambios drásticos de la noche a la mañana, pero es necesario reducir la cantidad de azúcares y grasas saturadas.

Los productos ultraprocesados contienen grandes dosis de dichas sustancias, además de otros componentes poco recomendables como aditivos y grandes cantidades de sal. Por eso es preferible consumir productos frescos y nutritivos que aporten vitaminas, fibra, proteínas y grasas buenas.

Es fundamental para las personas mayores estar hidratadas, con lo que les conviene beber bastante agua y dejar de lado el alcohol, que además no es buen compañero de la medicación.

El tabaco también es un mal hábito que se debería eliminar. Tanto de manera activa como pasiva: no fumes delante de ancianos ni de niños, no tienen por qué convertirse en fumadores pasivos.

2.- Actividad física:

Realizar actividad física periódicamente es fuente de salud para todas las edades, y a las personas ancianas las beneficia enormemente.

El ejercicio debe ser moderado y al ritmo de cada uno. Actividades como salir a andar no solo mantienen el cuerpo activo, sino que también pueden ser una manera de socializar con otras personas.

Para quienes no pueden andar mucho, existen aparatos de gimnasia pasiva que permiten activar la circulación y mantenerse en movimiento desde casa.

Otra actividad recomendable son ejercicios suaves de fuerza, para que tanto músculos como articulaciones estén saludables y con menor rigidez.

3.- Vida social:

Como adelantábamos en el apartado anterior, socializar es muy beneficioso también, y ayuda a prevenir la depresión o el sentimiento de soledad.

Ya sea dando un paseo con más gente, jugando a las cartas en familia y/o acudiendo a actividades que permitan conocer a otras personas. Incluso mantener el contacto telefónico con las amistades y los familiares que viven más lejos ayuda a sentirse conectados con el resto del mundo.

Si es el caso, cuidar de los nietos puede hacer que los abuelos se sientan útiles y valiosos dentro del núcleo familiar, además de suponer una gran ayuda para los padres.

4.- Mantener la mente activa:

Tan importante es el cuerpo como la mente y, en esta etapa se pueden ejercitar la memoria y la agudeza mental, para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades como la demencia senil o el Alzheimer.

Ejemplos de actividades beneficiosas son: la lectura, los pasatiempos, realizar ejercicios de memoria, y las manualidades (que también ayudan a mantener las capacidades motoras). En definitiva, cualquier actividad que suponga un reto para el cerebro, en lugar de pasar todo el día anestesiados viendo la televisión.

Esperamos que estos consejos te hayan servido de inspiración para mejorar la calidad de vida de tus familiares más mayores, pero también que los tengas en cuenta para tu futuro, porque cada vez vivimos más años y, cuanto antes adoptemos hábitos saludables, mejor llevaremos el proceso de envejecimiento.

¡Feliz 2021!

Foto de familia de tres generaciones.
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