Nos adentramos en la segunda evaluación del curso, y los padres os podéis estar preguntando cómo mejorar el rendimiento escolar de vuestros hijos.
Lo primero a lo que hay que prestar atención es el motivo que está provocando que el niño no obtenga los resultados esperados en sus estudios.
Puede deberse a que los métodos de estudio no sean los óptimos para su personalidad. Por ejemplo, hay niños a los que les resulta fácil memorizar leyendo, pero otros se quedarán mejor con la información utilizando sistemas más visuales como los esquemas.
Otra razón por la que los resultados académicos no son buenos puede ser porque existe algún problema emocional por el que el pequeño esté pasando. Conflictos familiares, desánimo, sentimiento de inferioridad, malas relaciones en el colegio… En estos casos es vital apoyar al niño y facilitar la comunicación para que podamos saber qué le preocupa.
Un tercer caso puede ser que tu hijo tenga necesidades especiales de aprendizaje. Esto implica que requiere una atención distinta a la de los otros niños. Es algo que hay que detectar para poder ayudar en su desarrollo.
Consejos para mejorar el rendimiento escolar
- Establecer horarios: fija un horario de estudio en el que el niño tenga la energía suficiente para afrontar las tareas. Conviértelo en un hábito y todo será más fácil.
- Lugar de estudio fijo: que su espacio para estudiar sea cómodo, con buena iluminación y que esté ordenado, limpio y libre de distracciones innecesarias. Esto despeja la mente y aumenta el rendimiento. Asegúrate de que tenga disponibles todas las herramientas que pueda necesitar, así perderá menos tiempo y acabará antes.
- Probad métodos de estudio diferentes: subrayar y luego hacer resúmenes de lo más importante, aprender a hacer esquemas y mapas mentales, leer en alto y prestando atención a lo que se dice…
- Usad las nuevas tecnologías: la búsqueda de información en internet, ya sea en texto o en vídeo, conseguirá captar la atención del niño. Pero conviene supervisar que no se pierda entre tanta información disponible y se focalice en lo que necesita encontrar para cumplir con su tarea. En internet es muy fácil saltar de un tema a otro y acabar procrastinando. También puedes permitirle utilizar dispositivos diferentes (ordenador, tableta, móvil) para mantener su interés.
- Actividades y juegos educativos: existen muchos juegos orientados al aprendizaje que hacen que cueste menos aprender. Las visitas a bibliotecas, librerías y museos también pueden estimular la motivación del niño.
- Buena alimentación y horas de sueño suficientes: no abusar de los dulces y las grasas saturadas, y aumentar el consumo de frutas y verduras. Una alimentación saludable es importante para el desarrollo del niño, así como dormir unas 8 horas diarias. Es importante dejar espacio para el descanso, ya que así se asientan los conocimientos.
- Felicítalo cuando se esfuerce y saque buenas notas, pero anímalo cuando no lo consiga. Que sepa que puede contar contigo para mejorar y no le compares con otros compañeros.
Mantén una actitud paciente y colaborativa, prestándole tu ayuda cuando la necesite y sin regañarle cuando no sepa algo.
¿Y qué pasa si no tengo tiempo de ayudarle con el estudio y los deberes porque mis horarios y los de mi hijo no son compatibles?
En ese caso, desde Edades Compostela te ofrecemos una solución: nuestro servicio de clases particulares para mejorar el rendimiento en el estudio.
Nuestro personal especializado en el cuidado de menores te servirá de apoyo y, si necesitas ir más allá y que tus hijos estén bien atendidos en todo momento del día, también contamos con un servicio de canguros.
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