El 30 de marzo se celebra el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, fecha en la que se reconoce la importancia y el papel que tienen estas trabajadoras desempeñando su labor en nuestros hogares. A menudo invisibles, estas mujeres trabajan incansablemente para cuidar de nuestras familias y mantener nuestros hogares en las mejores condiciones. Sin embargo, y a pesar de su gran contribución, no tienen el reconocimiento social que se merecen.
Las trabajadoras del hogar realizan tareas esenciales que van desde, la limpieza y la realización de menús, hasta el cuidado de niños y las personas mayores o dependientes. Su trabajo permite que muchas familias puedan estar tranquilas y sepan que sus seres queridos estarán bien cuidados en su ausencia.
A pesar de la importancia de su trabajo, las trabajadoras del hogar a menudo se enfrentan a una falta de reconocimiento y respeto por parte de la sociedad. Muchas trabajadoras carecen de contrato e incluso son víctimas de abusos y explotación. También se ven privadas de derechos laborales básicos, como un salario justo, horas de descanso o vacaciones remuneradas. La desprotección y la discriminación de género son problemas frecuentes a los que se deben enfrentar estas trabajadoras en todo el mundo.
Resulta fundamental que reconozcamos y valoremos a estas trabajadoras y que ofrezcamos oportunidades de capacitación y desarrollo profesional para mejorar sus habilidades y aumentar su empleabilidad. Tenemos que reflexionar sobre la importante contribución de estas mujeres y hombres a nuestras vidas y familiares, y comprometernos a trabajar juntos para garantizar que reciban el respeto, la dignidad y lo derechos laborales que se merecen. Reconocer el trabajo de las empleadas del hogar hace que construyamos un mundo más justo y equitativo para todos